domingo, 3 de agosto de 2014

El rincón del baúl

Mi mente por años va guardando recuerdos en mi consciente y subconsciente, razonablemente recuerdo las que quiero, y dejo en un baúl con llave las que no “deberían” salir, no salen todas, pero de alguna manera hay una que se escapa por ese espacio que tiene forma circular en la parte superior y otra forma más fina en la inferior, la única luz que alumbra ese baúl entra por allí, la silueta del cerrojo. Tras años de cerrar el baúl, siempre en circunstancias  de la vida, aparece inesperadamente… la mayoría de las veces disponen de mi mano, y le ordenan a mi dedo tapar esa abertura, no dejando que salga completamente, se aleja de nuevo y decide seguir en el baúl, pasa el tiempo y rebelde mente vuelve e intenta salir, le dan a mis manos las mismas instrucciones anteriores y cesa, vuelve a quedarse en la oscuridad… así, paso por un tiempo bastante considerable, aproximadamente seis años … hasta que esa insaciable insistencia hizo una  ranura en el baúl, dejándolo más susceptible de lo que antes era. El baúl, forma parte y está en un rincón del cuarto donde mi vida sucede, ese cuarto esta alumbrado con una hermosa luz en el tope del techo, pero las paredes quieren esconderse en la oscuridad porque están un poco malogradas y con marcas, sencillamente no se quieren dejar ver, no han sido pintadas nuevamente, y si las pintan no quiere que la dejen a medias o con manchas que luego costaran con el tiempo quitarse. Pero en esa esquina aún esta el baúl, y dentro de él “eso” que quiere salir, que quizá es lo que quiere ayudar a que el cuarto brille de tanta luz, pero de igual manera el cuarto teme ser alumbrado y visto por los demás, quizá lo que quiere salir solo es un capricho de años y como ha insistido tanto durante tantos años, sencillamente salga por la ventana por qué no era lo que se esperaba, o decida quedarse en el baúl para siempre. Por haber perdurado tantos años en ese rincón tratando, el cuarto inconscientemente se hacía susceptible y ordeno a mis manos solo tapar la mitad de la ranura, quizá por curiosidad o quizá por algo más fuerte,  hay algo inexplicable que aún se desconoce, algo que solo se sabrá cuando dejen de ordenarle a mis manos tapar todas las ranuras y aberturas que ha hecho, pero por ahora será un nuevo adiós una nueva orden para ocultarlas… hasta que mi mano concuerde con la luz y corazón. Por ahora el cuarto tratara de concentrarse en esa luz radiante y hermosa que quiere verlo y quiere pintar sus paredes, no será fácil pero poco a poco con esa luz u otra que la complemente a totalidad, saldrá a la vista y se dejara pintar, pero pase lo que pase el baúl siempre tendrá un lugar irreemplazable en ese cuarto, siempre queriendo salir... su rincón, EL RINCÓN DEL BAÚL.

Josalys Matos 

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